Traces of blood capitulo 9

CAPÍTULO 9


“El chico tras la capa”


En medio de aquel oscuro bosque, Eliz se encontraba inmersa en una nube de incertidumbre y desconfianza. 
Con cada segundo que pasaba sus latidos podían escucharse más fuertes y más rápidos, 
hasta que respiro profundo y pudo despejar su mente.

-Entonces…
 -(dijo Eliz mirando al interior del quiosco)
- ¿Qué es lo que necesitabas decirme?

-¡Vaya!, ¡vaya!, así que descubriste donde estaba 
–(le respondió el chico mientras salía detrás de uno de los pilares del quiosco)
- Eres bastante perceptiva, pero no necesitas estar nerviosa, no te haré nada malo.

-Si lo que dices es verdad
–(prosiguió Eliz)
- ¿Podrías, por favor, mostrarme tu rostro?

-De acuerdo…
 -(dijo el chico después de una pausa)
- Si con eso te sentirás más tranquila, entonces lo haré.

El chico bajó por las escaleras del quiosco y caminó un poco hacia Eliz.

Ella en cambio, al verlo acercarse adopto una postura defensiva e introdujo su mano izquierda dentro de su bolsillo donde tenía una pequeña cuchilla lista para usarla.

El chico se detuvo a un metro delante de ella 
y tomando su capa la jaló para sacársela de encima.

Una vez que él dejó caer la capa al suelo, su rostro se pudo ver claramente
 aún en medio de aquella espesura que envolvía a todo el bosque.

-Ahora me presentaré formalmente
–(comenzó a decirle a Eliz)
- Mi nombre es Vincent Blackville 
y soy el hijo mayor de Blade Blackville, tu más grande enemigo.

-I.. Imposible… Así que tú eres… 
-(dijo Eliz muy sorprendida)
- Claro... Aquel chico que se encontraba en la colina junto a Blade… Lo sabía… En cuanto vi tu marca, supe que no podía confiar en ti… 
En el hijo de ese hombre…

-Te lo dije, ¿No es así?
–(la interrumpió Vincent)
- Yo no le soy fiel a mi padre y tampoco quiero lastimarte, al contrario, quiero ayudarte a derrotarlo.

-¿Y crees que voy a creer en tus palabras?
–(comenzó a exaltarse Eliz)
-Además, ¿Por qué traicionarías a tu propio padre?

-Porque el asesino a la mujer me más amaba… 
Y eso.... Es algo que jamás le perdonaré 
–(al decir esto, la expresión en el rostro de Eliz cambio y dejó de estar a la defensiva)
- No espero que comprendas mis motivos
–(prosiguió Vincent)
- Pero… Mi deseo por asesinarlo es real y haré todo lo necesario para conseguirlo,
 aún si eso implica traicionarlo y condenar me a la muerte.

-Yo… No sé… Que pensar…
-(le dijo Eliz aturdida.)

-Sé que es difícil confiar en alguien como yo, pero si después de escuchar lo que tengo que decirte decides rechazar mi ayuda, 
entonces me marcharé y no volveré a acercarme a ti, lo prometo.

-De acuerdo
–(respondió Eliz después de pensarlo un poco.)

-Desde que era un niño,
-(comenzó a explicarle Vincent)
-Siempre había tenido la sospecha de que mi padre se involucraba en situaciones peligrosas, 
puesto que jamás me contaba nada y procuraba mantenerme lejos de todo, sin embargo, cuando de pronto me dijo que nos iríamos a vivir a un lugar mejor, nunca imaginé que sería al castillo Tsuki…  Al principio estaba sorprendido pero no me importaba saber.. El cómo había conseguido el castillo,  Pero… Cuando a quien mas amaba murió, entendí que Blade estaba guardando muchos secretos y quise saber más al respecto, 
así que comencé a espiarlo en secreto y a revisar sus documentos.
Fue hasta ese momento –(Vincent respiro profundo)
- Qué encontré la información sobre la masacre en el castillo de la familia Winnes
 y el asesinato del rey vampiro y su esposa. 
No fue hasta hace un par de años que descubrí que el rey y la reina Winnes 
habían tenido dos hijas y quise buscarlas, 
y aunque tarde un tiempo, por fin pude dar contigo…

-Entonces debes saber dónde está mi hermana, 
estoy segura que la tiene prisionera Blade
 –(lo interrumpió Eliz.)

-Lo siento pero, a tu hermana no la he podido encontrar y tampoco estoy seguro de que se encuentre en el castillo
–(le dijo Vincent con gentileza.)

-¿Y cómo puedes asegurarlo si ni siquiera la conoces?
 –(le respondió Eliz molesta.)

-Por el olor de tu sangre… Mira, 
con el olor de la sangre puedes distinguir entre un vampiro impuro y uno noble, 
más sin en cambio, 
la sangre de los vampiros Puros es única ya que proviene del primer Rey vampiro, 
su progenitor quien pacto con el emperador humano en los tiempos de antaño para mantener la paz…

 -(con estas palabras Eliz recordó la historia que se encontraba en el libro de la biblioteca 
a la que Rose la había llevado)

-Y es por eso que pude encontrarte, siguiendo el olor distintivo de tu sangre 
y también supuse que tu hermana tendría el mismo olor, 
pero por desgracia eres la única que queda de la realeza…

Después de decirle esas palabras Vincent se sintió impotente por la situación, 
sin embargo, los sentimientos que sentía por ella superaban a su orgullo y comprendió la desconfianza que sentía Eliz por el mal que su padre le había causado.

Fue entonces cuando Eliz pudo asimilar todo lo que Vincent le contó y sin decir nada, 
se dio vuelta decidida a irse.

 -Aguarda Eliz
–(le indico Vincent mientras la detenía del hombro)
-Aún  hay algo más que debes saber.

-¿Y qué más se supone que debo saber?
–(le preguntó Eliz sin siquiera mirarlo.)

-La verdad sobre tu enemigo.

-¿Hablas de Blade?, ja de él ya lo sé todo…

-No
–(La interrumpió Vincent con tono más serio)
- Hablo de alguien más poderoso.

-¿Alguien más… Poderoso?, 
¿A  qué te refieres Vincent?
–(le insistió Eliz mirándolo directo a los ojos.)

-Me refiero a quien está a la cabeza de Blade…
 A quien mi padre sirve fielmente… 
Aquel quien mandó a matar a tus padres.


[…..]

Con el caminar de las manecillas del reloj, la tarde se tornó oscura, mientras el viento helado empujaba todo a su paso haciendo que las hojas de los árboles danzaran. 

Bajo el manto de la luna yacía Sabaru sentado sobre el filo de una roca,
 su mirada se enfocaba hacia unas rosas ubicadas muy delante de él y a la vez hacia nada, 
pues estaba inmerso en sus propios pensamientos
 hasta que una silueta apareció detrás de él y exclamo con voz sutil.

-Si sigues con esa actitud, no conseguirás conquistar a tu chica.

Sabaru al escucharla, volvió en sí y la miro un tanto molesto.

 Al hacerlo se sorprendió de verla, pues tenía un vestido que parecía desgarrado 
y una gran capa que la cubría por completo hasta la cabeza, y eso le molestó aún más a Sabaru.

-¿Y quién se supone que eres tu?

-Alguien que te puede ayudar…

Sabaru sintió un escalofrió por todo el cuerpo y al observarla fijamente
 pudo ver en ella una mirada color púrpura que se desvanecía entre la oscuridad de la noche, 
y de un momento a otro la chica también se desvaneció 
dejando a Sabaru con inquietud y duda.


[…..]


Eliz, por su parte, estaba muy sorprendida con las palabras que la había dicho Vincent, 
su mente estaba muy confundida y en lo único que podía pensar claramente 
era en la imagen de su pequeña hermana llamando su nombre, 
y así, sin darse cuenta una lágrima corrió por su mejilla.
Vincent al notarla, apartó su mano del hombro de Eliz para después secar la lágrima de ella.

-Creo que es todo lo que diré por ahora,
 pero necesitas conocer el resto… 
Así que te veré de nuevo pasado mañana para no levantar sospechas, aquí a la misma hora.
 Ten cuidado en regresar con los tuyos.

Y terminado de decir estas palabras, Vincent acarició suavemente la cabeza de Eliz,
luego le dio la espalda para apartarse y marcharse del lugar. 

Eliz continuaba muy desconcertada y unos segundos después dirigió su mano hacia su cabeza, en donde Vincent la había acariciado, 
mientras apareció un pequeño sonrojo en su cara.
Así que al darse cuenta, volvió en sí y sacudió su cabeza de un lado a otro para despejarse.

 Una vez que regreso a la normalidad también se alejó del lugar y al salir de aquel espeso bosque
 se dio cuenta que ya había anochecido, 
sin más preámbulo se apresuró en regresar con su hermano y sus amigos.

Eliz caminaba nuevamente por el bosque donde se encontraba la cueva en la cual todos se refugiaban,
 y un poco más adelante pudo ver dos siluetas acercándose hacia ella. 
Eran Sedric y Hayato quienes habían salido a buscarla.

Cuando los chicos confirmaron que era Eliz, se apresuraron hasta donde estaba.

-Hermana, ¿En dónde estabas?
- (le preguntó primero Sedric)
- Ya es muy tarde para que estés sola.

-Sedric tiene razón, Eliz
–(confirmó Hayato)
-Aunque seas muy fuerte, puede ser peligroso.

-Está bien, estoy bien chicos
 –(les respondió Eliz)
-No fui muy lejos y también se cuidarme yo sola.

-Lo sé
–(le dijo gentilmente Sedric mientras posaba su mano sobre la cabeza de Eliz)
- Pero por favor no hagas que me preocupe por ti, 
¿De acuerdo?

Sedric le mostro una sonrisa a Eliz y en ese momento ella recordó la cara de Vincent, 
provocando que se pusiera nerviosa y bajara la cabeza.

-¿Sucede algo Eliz?
-(le pregunto Sedric al notarla.)

-No, no es nada, mejor regresemos.

Y así Eliz junto a Sedric y Hayato 
regresaron donde se encontraban las chicas esperándolos.


[…..]


Por otra parte, en el castillo Tsuki, 
Vincent se encontraba mirando por la ventana de su habitación, estaba muy pensativo y silencioso hasta que entro Luna silenciosamente y se sentó en la cama esperando que su hermano la notara, 
pero no fue así.

 Vincent se apartó de la ventana y comenzó a dar vueltas en círculos por su habitación.

-¿Te sucede algo, hermano?
 –(le preguntó Luna después de un rato.)

-Luna,
 ¿En qué momento entraste?
–(le dijo Vincent un poco desconcertado).

-Hace poco, pero ni siquiera me notaste,
¿Estás bien?, ¿Hay algo que te moleste?

-A decir verdad, creo que si
–(comenzó a decirle Vincent)
- Siento algo extraño… 
Algo que jamás había sentido antes… 
Es algo en mi pecho que pesa y es molesto, porque no me deja dormir, solo me trae inquietud por las noches y por el día sensaciones de cosquilleo… 
Yo… No entiendo que me pasa.

-¡Vaya!, creo saber qué es lo que te pasa
 –(le dijo Luna con una sonrisa.)

-¿De verdad?

-Si hermano, estás enamorado.

-¿Enamorado yo?
–(dijo Vincent regresando a sus cinco sentidos)
-Ja!, Para nada, esos sentimientos no caben en mí.

-No puedes afirmar eso hermano, amar es algo natural, así que incluso tú puedes enamorarte
–(Luna sintió más curiosidad y prosiguió)
- Así que dime, 
¿Quién es ella?, ¿Es alguien del castillo?, 
Aunque… 
A decir verdad, jamás te he visto hablar con chicas del castillo…

-No es nadie del castillo
–(le dijo Vincent dándole la espalda)
-Es alguien de afuera.

-Haja!! Lo sabia, espero poder algún día conocer a esa chica afortunada, pero no puedes amarla más que a mí, ¿Te quedó claro hermano?
–(le reprochó Luna.)

-Sí, si…

Y después de su respuesta, apareció una pequeña sonrisa en el rostro de Vincent.


[…..]


Una vez de regreso en la cueva, Rose se abalanzó directo hacia Eliz y con sus brazos la rodeo del cuello apretándola con fuerza.

-¿En dónde te habías metido?, Estábamos muy preocupados por ti, no vez que es muy peligroso que andes tu sola por ahí.

-Lo siento Rose, no era mi intención preocuparlos… 
Sólo perdí la noción del tiempo cuando estaba paseando.

-De verdad eres un caso perdido
 –(le dijo Rose apartándose de ella.)

-Bueno, bueno, lo importante es que todos estamos bien
–(les dijo Elisa a todos)
- Así que porque no descansamos un poco.

-Buena idea hermana
-(Agregó Alice)
-Entonces yo dormiré junto a Sedric.

-Lo siento señorita
 –(intervino Hayato)
-Pero Sedric y yo haremos la guardia nocturna, 
así que pueden quedarse tranquilas y descansar
 –(Y tomando a Sedric del brazo salieron de la cueva)

-Gracias Hayato, me has salvado
–(le susurró Sedric una vez estando afuera)

-Ni lo menciones.

Tanto Hayato como Sedric se sentaron en la entrada de la cueva y mientras vigilaban
 intercambiaban palabras alegremente bajo la luz de la luna.

 Las hermanas y Rose se quedaron dormidas.

 Eliz observaba la fogata mientras se aferraba a sus rodillas, sus ojos estaban clavados
 en las llamas que palpitaban en la fogata, 
y una y otra vez la imagen de Vincent aparecía en sus recuerdos, 
era como si tratará de olvidar las palabras que le había dicho 
pero a la vez no y necesitaba pensar en una excusa para volver a encontrarse con él. 

Después de un rato de tanto pensar, Eliz se dejó caer de lado y cerró sus ojos, 
tratando de olvidarse de todo lo ocurrido en esa fría noche.


[…..]



En uno de los jardines del castillo Tsuki, 
Luna se encontraba sentada bajo un árbol mirando detenidamente las estrellas, 
cuando de pronto, Sabaru se recargó del otro lado del árbol.

-Es una hermosa noche, ¿No crees?

-Sí… Lo es
 –(le respondió Luna un poco cortante.)

-Veo que sigues molesta conmigo, pero no te culpo, después de todo hice algo horrible.

-¡Vaya!, Es raro que tú digas ese tipo de cosas
 –(dijo Luna mientras abrazaba sus rodillas.)

-¿De verdad?, Sólo quiero ser sincero con la chica que amo, aún si eso implica que ella me odie.

–Sabaru se apartó del árbol 
y camino hasta quedar de frente a Luna.

-Mentiroso… -(susurró Luna.)

Y de pronto, la misma chica que se había mostrado anteriormente a Sabaru, 
apareció de nuevo a un lado de él, apoyándose en su hombro izquierdo.

Luna al notarla, se dio cuenta que tenía un aura muy pesada y su simple presencia la perturbaba. 

La chica levantó la cabeza y lo único que pudo verse a través de su capa
 fueron sus ojos color púrpura que miraron directamente a Luna, 
dejándola completamente sin palabras.

-Así que esta linda señorita es por quien pierdes la cabeza
–(le dijo la chica a Sabaru 
sin apartar la mirada de Luna.)

-Solo te pido que no la lastimes demasiado
–(le respondió Sabaru desviando la mirada.)

-Pero que está pasan…

Y en ese momento la chica no dejó a Luna terminar su frase porque ya se encontraba encima de ella, apretándola del cuello contra el árbol.

Tomo uno de sus negros cabellos que se mantenían ocultos dentro de la capa y lo arrancó,
 después lo acercó a su boca y pronunció unas palabras en secreto
 hasta que el cabello se tornó rojo. 
Luna solo podía observar callada, pues sentía todo su cuerpo entumecido a tal grado que no pudo moverse. 

La chica apartó su mano del cuello de Luna y le tapó la boca 
para después introducir el cabello por un costado de su cuello.

Al hacerlo, Luna cerró fuertemente sus ojos por el dolor que sentía 
y en su intento de gritar, iba perdiendo el conocimiento poco a poco hasta que se desmayó en el mismo momento en que el cabello entró completamente en ella.

Mientras tanto, Blade se encontraba mirando por una ventana del castillo
 hacia donde se situaban Luna, Sabaru y la chica misteriosa, cuando de pronto, esta última al levantarse de encima de Luna desapareció 
y pocos segundos después apareció en la misma habitación donde estaba Blade 
recargada en una de las paredes.

-…Los preparativos están casi completos… 
–(dijo primero Blade.)

-Así es, solo hay que esperar dos días más hasta que el hechizo se active 
–(le respondió la chica encapuchada.)

Y ambos hicieron resonar una risa macabra que pudo escucharse por toda la habitación, 
haciendo eco en la lejanía de la oscura noche.


[…..]


Era un nuevo día en la cueva, y todos ya se encontraban despiertos,
 disfrutando de una buena comida preparada por Elisa. 
Al terminar, Eliz y Alice salieron afuera para recoger vallas de los arbustos cercanos
 y por un momento fueron por caminos separados sin que lo notaran.
 Eliz aún estaba un poco desconcertada y no prestaba atención a lo que pasaba a su alrededor, 
lo que provocó que no se diera cuenta de la presencia de dos individuos observándola a lo lejos.
 Ellos por su parte, simplemente se quedaron quietos y observaban tranquilamente lo que sucedía. 

De pronto, la mente de Eliz se llenó de muchos pensamientos 
y se sorprendió cuando sintió una mano tocando su espalda.

-Eliz, ¿te encuentras bien? –le dijo Alice mientras apartaba su mano de ella- te llamé, 
pero no me respondías, dime… 
¿sucede algo malo?
-Ah, no… no es nada, disculpa si te preocupé –le respondió Eliz gentilmente- 
será mejor que regresemos.
Y dicho esto las chicas regresaron, 
sin saber que a lo lejos las estaban acechando.


…..


Por otra parte, en una de las habitaciones del castillo Tsuki, 
Luna yacía durmiendo muy profundamente a causa del hechizo
 que le había implantado aquella chica misteriosa. 
Sabaru se encontraba a su lado y tan solo la contemplaba 
mientras acariciaba su cabello con delicadeza, 
luego dirigió su mano hacia el rostro de Luna 
y le dijo:

-Nunca quise hacerte daño… 
pero de no haberlo hecho, quizá… 
tú nunca serías mía…

Sabaru le acarició el rostro suavemente y acercó su cara hacía la de ella, 
cuando de pronto, Vincent apareció recargado en la puerta
 exclamando con voz firme:

-Más te vale que alejes tus asquerosas manos de mi hermana.
-Está bien…
 está bien, solo mantente tranquilo –le respondió Sabaru apartándose de Luna.
-Fui a su habitación y me pareció extraño 
que no la encontrara allí –continuó Vincent mientras se acercaba a Luna- 
así que regresé y ahora estoy aquí, 
y te dejo en claro que a mi hermana, 
el único hombre que puede acariciar su rostro será aquel que se gane su corazón.
-Yo me ganaré su corazón –le reprochó Sabaru- 
porque ella se enamorará de mí.
-Jajaja… -se burló Vincent- lo que tú no sabes pequeño renacuajo, 
es que su corazón ya le pertenece a alguien más, 
así que sal de su habitación… 
estaré ausente por unas horas y espero no verte aquí 
cuando regrese.

Así que dichas estas palabras, Vincent se dirigió a la puerta y se marchó de la habitación
 sin decir nada más. Sabaru no pudo evitar mirarlo con odio
 y una vez solos, dirigió su mirada hacia Luna.

-¿Acaso es verdad que tu corazón ya es de alguien?... 
si es así, qué pena me da, porque aunque tu querido hermano no lo quiera… 
dentro de poco, tú serás mía…

Sabaru acarició el rostro de Luna una vez más y al igual que Vincent salió de la habitación
 pensando que la dejaría sola, 
mas sin embargo, 
una fría mano también rozo la mejilla de Luna.







      Derechos Reservados S.A & C.V Derechos de Autor. Todo uso indebido de este contenido será                            procesado por la ley. Ciudad de México. D.F. Redactoras: Esmi&Anfi

No hay comentarios:

Publicar un comentario