Traces of blood capitulo 8

CAPÍTULO 8

“Desastre”

Era un nuevo día para el aldeano en la casa de las hermanas Alice y Elisa.

Los tres estaban sentados a la mesa
 desayunando un gran festín que Elisa había preparado y desde luego la bruja Rose no podía faltar en la mesa. 

El aldeano miro en todas direcciones de la habitación y después se dirigió a Rose.

-Disculpe jovencita, 
¿Dónde están la señorita y los dos jóvenes que me salvaron anoche?

-Ah, ellos
–(le respondió Rose interrumpiendo su bocado)
- A esos chicos en verdad les gusta dormir por la mañana, así que se despertaran como a medio día.

-Por eso, no debe de preocuparse
 –(añadió Elisa)
-Por favor disfrute de su desayuno.

El aldeano se quedó pensativo mientras continuaba con su comida, estaba nervioso y al mismo tiempo tranquilo, ya que el ambiente familiar que proyectaban las chicas lo calmaba.

Por su parte Eliz quien yacía durmiendo en su habitación, no parecía tener un sueño agradable, 
era como si estuviera sumergida en una horrible pesadilla…

…Ella se encontraba a lo largo de un pasillo oscuro, tan solo iluminado por luz de vela, 
estaba manchado de sangre por todas partes a donde su vista se dirigiera, caminaba cuidadosamente hacia el frente hasta llegar a una habitación con las puertas entre abiertas, 
al empujarlas con sus manos veía adentro dos siluetas paradas a lado de una gran ventana
 por donde podía entrar la luz de la luna,
 al acercarse un poco hacia ellos veía caer a una persona de espaldas completamente bañada en sangre y al iluminarse el cuarto con la luna 
veía claramente el cuerpo sin vida de su amada madre…

-… iz… liz… Eliz…Eliz.

Y de pronto Eliz despertó exaltada de su pesadilla, 
pues Sedric se encontraba sentado a su lado llamándola. 

Ella al recobrar el sentido y ver a su hermano junto a ella, se abalanzó hacia 
él para abrazarlo fuertemente mientras trataba de controlarse. 
Sedric también la abrazó y acarició su cabeza para tratar de calmarla.

-Está bien, todo va a estar bien
 –(la consoló Sedric)
-Yo estoy aquí y jamás voy a dejar que nada malo te pase, así que trata de calmarte, 
me quedaré a tu lado hasta que estés mejor.

-Día a día
–(comenzó a murmurar Eliz mientras seguía aferrada a Sedric)
-El mismo sueño de aquel trágico día me atormenta… 
Es algo que jamás olvidare.

-Sin embargo, ya no estás sola Eliz
 –(añadió Sedric mientras la apartaba y la miraba 
fijamente a los ojos)
-Ahora tienes buenos amigos que te quieren y se preocupan por ti… 
Ya no tienes que cargar con esto tu sola,
 nosotros estaremos contigo hasta que todo termine y vuelva a ser como antes… 
Cuando solías reír con felicidad.

-Her.. Hermano…

Sedric se inclinó hacia Eliz y le dio un beso en la frente.

Eliz derramó una lagrima pero rápidamente la seco con su mano 
y una nueva expresión apareció en el rostro de Eliz;  determinación, ahora sabía que ya nunca más volvería a sentirse intranquila por causa de un mal sueño ya que con el tiempo, 
esas pesadillas pasarían a ser solo un recuerdo.

El sonido de alguien llamando a la puerta de su habitación los interrumpió,
 y enseguida entro Hayato, pues los estaba buscando.

-Vamos chicos, estoy hambriento
 –(les indicó Hayato)
 -Elisa ha preparado un delicioso festín.

Y después de escuchar sus palabras, los hermanos se levantaron de la cama. Sedric le tendió la mano a su hermana con una sonrisa y ella la tomó, 
así salieron juntos de la habitación y los tres se dirigieron al comedor para disfrutar de aquel delicioso festín.

Al llegar, las chicas y el aldeano aún se encontraban sentados a la mesa 
y al verlos los recibieron muy alegres como siempre.

-Buenos días chicos
 –(les dijo Elisa)
-Han despertado antes de lo habitual.

-Buenos días
 –(le respondió Eliz.)

-Buenos días Sedric,
 ¿Pasaste una noche agradable?
–(preguntó Alice.)

-Ah, sí, eso creo.

Los chicos también se sentaron a la mesa y el aldeano al verlos también los saludó
 con un gesto amable de su mano.

Pero al hacer esto, Eliz se percató de que aquel hombre tenía una marca en su muñeca, 
una marca que ella conocía muy bien, sin embargo, en ese momento no hizo nada y procedió a comer junto con Sedric y Hayato 
mientras los demás los acompañaban.

Al terminar las hermanas con ayuda de Rose y Hayato, juntaron la mesa y se aproximaron a la cocina para poner todo en orden, 
dejando a Eliz y Sedric solos con el aldeano.

-Y dígame señor
 –(Eliz se dirigió al hombre)
- ¿Cuál es su nombre?

-Es verdad, es muy grosero de mi parte, aún no me he presentado, mi nombre es Ryu Masao.

-Así que… Señor Ryu Masao, ¿Verdad?,
 ¿Puedo llamarle solamente Ryu?

-Claro que sí jovencita, no hay ningún problema
 –(le respondió Ryu.)

-Bueno señor Ryu, usted aparentemente tuvo suerte al no haber sido devorado por las sombras,
 ¿Lo sabía?, y vaya que suerte
 ¿No es algo misterioso?

-¿Misterioso Eliz?, ¿Por qué?
 –(preguntó Hayato 
quién había regresado junto a Rose y las hermanas al comedor 
y escuchado las últimas palabras de Eliz)
-La verdad yo nunca había oído hablar de esos seres…

-Yo tampoco había oído hablar de ellos y eso que somos hermanos
–(afirmó Sedric)

-De hecho si es algo misterioso
 –(advirtió Rose)
-Al señor solo lo estaban molestando, 
normalmente ellos matan y comen en cuanto ven a una víctima.

-Así es, generalmente esas criaturas devoran bebes y al no haber por esta zona se comen a cualquier persona que ven en su camino, 
ellos no juegan a lastimar, en cuanto aparecen matan a su presa, por ello pienso que es extraño que un simple humano continúe con vida.

-Eso es verdad,
 -(intervino Elisa quien estaba en una esquina escuchando junto a su hermana)
-Por eso evitamos salir de noche, de echo ese es el motivo por el cual casi nadie vive por esta zona… 
Por lo tanto no hay bebés, ¿Verdad Alice?

-Sí
-(afirmó Alice)
-Al último parto que asistimos fue… 
Hace un poco más de 2 años, la familia se marchó de aquí, vivían un poco más allá de la colina y los motivos por los que se fueron es porque 
esas cosas maratón al bebé...
No hay manera que te salves de ellos.

-Mi hermana tiene razón… Y la única forma por la cual esas criaturas no entran a nuestra casa
 es porque antes de morir, nuestros padres la protegieron con un conjuro hecho de hierbas.

-Así es… Sólo esas hierbas impiden un ataque, 
porque los humanos no pueden tocar a esas sombras, solamente pueden ser controlados por su creador...
–(prosiguió Eliz.)

-¿Tienen un creador?
–(preguntó Sedric.)

-Es natural
–(respondió Eliz)
-Toda cosa en el universo tiene un porqué de su existencia y en este caso el creador de estas sombras es nada más y nada menos que… 
Blade... A los únicos a los que estas criaturas respetan son a sus sirvientes.

Todos los que se encontraban presentes en la habitación del comedor 
quedaron impactados por las últimas palabras de Eliz, pero en especial Ryu se sentía acorralado conforme la discusión avanzaba.

 Su pulso comenzaba a acelerarse y sentía como si todo su cuerpo poco a poco se estuviera entumeciendo, la idea de ser descubierto lo estaba llevando a la desesperación y más con lo que le dijo Eliz a continuación:

-Señor Ryu, nosotros no dudamos de que usted solo sea un simple aldeano, así que podría mostrarnos su mano un momento, por favor.

Sin embargo, Ryu tuvo mucho miedo de que fuera a ser asesinado a manos de aquellos chicos
 que en un principio se veían para él muy inofensivos, así que se levantó de su silla excusándose de que iría al baño 
y rápidamente salió del comedor.

Los chicos al inicio no hicieron nada por seguirlo, 
pero segundos después escucharon la puerta principal abriéndose
 lo que significaba que el señor Ryu estaba escapando.

-Sedric, Hayato, síganlo, no dejen que se escape
–(les ordenó rápidamente Eliz.)

Los dos chicos sin dudar salieron también de la casa y comenzaron a seguir al aldeano,
 pero este había entrado en medio del bosque y un poco más adelante pudo ver a varios hombres que eran sirvientes de Blade, así que corrió hacia ellos y al llegar les dijo agitado:

-Lo siento, parece que me han descubierto… 
Por favor ayúdenme… Creo que quieren hacerme daño.

Pero no hubo respuesta de aquellos hombres, 
en cambio, lo único que consiguió Ryu fue que fuera atravesado por uno de ellos 
directo en el estómago y cuando Sedric y Hayato lograron alcanzarlo vieron como el hombre caía al suelo con un hoyo en su cuerpo.

Los chicos adoptaron una posición de precaución y defensa mientras el vampiro que atravesó a Ryu hizo un movimiento de su mano al aire 
para quitarse los residuos de sangre, después ordenó a sus demás sirvientes:

-Vayan  y quemen todo…Pintemos un hermoso paisaje de rojo.

Y dicho esto aparecieron más vampiros por todas partes.

Algunos de estos rodearon la casa de las hermanas y Eliz fue la primera en darse cuenta 
de su presencia, pero fue tarde para que hiciera advertencia a las demás de ellos, pues comenzaron a lanzar flechas negras con la punta en llamas a través de las ventanas y al aterrizar el fuego comenzaba a consumir todo a su paso 
extendiéndose por toda la casa.

Las chicas al percatarse de esto corrieron a la salida y atravesaron la puerta
 que por el momento se encontraba sin llamas, más aún, una vez afuera se vieron rodeadas por los secuaces de Blade y notaron que no todos habían salido de la casa porque Alice comenzó a gritar:

-Elisa… Elisa, ¿Elisa?, ¿Dónde estás?, 
¿Dónde está mi hermana?

Justo en ese momento llegaron junto a ellas Sedric y Hayato abriéndose paso entre los vampiros y se sorprendieron al ver la casa incendiándose.

-Hermano ven conmigo, Elisa se ha quedado adentro 
–(gritó Eliz)
- Hayato, Rose cuiden de Alice.

Eliz se introdujo en la casa y Sedric corrió atrás de ella, ambos fueron por direcciones contrarias y buscaron por dónde el fuego les permitía pasar. 

Afuera de la casa, Alice se mantuvo quieta mientras Rose la protegía utilizando su magia
 y Hayato peleaba uno a uno contra los secuaces de Blade.

No parecía que Hayato la estuviera pasando bien ya que eran bastantes vampiros.

De inicio pudo arreglárselas para sobrellevarlos pero sus esfuerzos se vieron reducidos
 y comenzaba a perder la pelea, no obstante en el momento en que Hayato iba a ser derrotado,
 un chico encapuchado apareció frente a él y comenzó a pelear también contra los vampiros 
utilizando una fuerza brutal que Hayato y Rose quedaron sorprendidos, pero después Hayato reaccionó y continuo con la pelea junto a ese chico.

Mientras tanto Sedric salió de la casa cargando en brazos a Elisa quién se encontraba inconsciente.

-Rose, ¿Dónde está Eliz?
 –(le grito Sedric y tanto ella como Alice voltearon al escucharlo.)

-Aún no ha salido de la casa,
-(le respondió Rose)
-Lo más probable
 es que siga adentro buscando a Elisa.

Alice se acercó hacia Sedric para saber cómo se encontraba su hermana y él dejo a Elisa
 en el suelo al cuidado de ella. Al intentar regresar a la casa, Sedric se vio bloqueado por unos cuantos vampiros 
pero pudo ver como el chico encapuchado que peleaba junto a Hayato, 
sin pensarlo dos veces, entro a la casa.

Una vez adentro el chico miró en todas direcciones para tratar de encontrar a Eliz
 y al no hacerlo subió por las escaleras y buscó de cuarto en cuarto hasta que por fin la vio tirada en una de las habitaciones con un pedazo de techo encima de ella, lo que le impedía moverse.

 El chico le quitó los escombros y la cargo en sus brazos con cuidado, después de eso salto por la ventana y corrió en la dirección opuesta
 de donde se encontraban los demás aun peleando con los secuaces de Blade.

-¿Quién eres tú?
–(dijo Eliz cuando recobró la conciencia y lo primero que vio
 fue al chico encapuchado)
- ¿Por qué me has salvado?

Sin embargo, el chico no le respondió y siguió corriendo hasta que llegaron a la cima de una pequeña montaña que se encontraba cerca de lo que solia ser la casa de las hermanas.

Al llegar, el chico la dejo suavemente en el piso y se hincó a su lado.

-¿En dónde estamos?, ¿Por qué me trajiste aquí?
 –(siguió insistiendo Eliz.)

-Tu muñeca… Está sangrando
–(le respondió por fin el chico
 mientras tomaba su mano amablemente.)

Después sacó un pañuelo de uno de los bolsillos de su pantalón y comenzó a envolverlo
 alrededor de la muñeca de Eliz teniendo cuidado de no lastimarla.

Mientras lo hacia ella se quedó observando su rostro el cual estaba cubierto por su capa 
e instintivamente volvió la mirada a su brazo izquierdo donde pudo ver una marca distintiva.

-Pero… Tú eres uno de ellos
 –(le dijo Eliz sorprendida mientras intentaba hacerse hacia atrás)
-¿Qué planeas hacerme?,
 ¿Por qué… Me sigues ayudando?

Pero pese a sus reclamos, el chico no mostraba intención alguna de responderle, 
era como si estuviera ignorando sus preguntas hasta que le dijo:

-Deja de moverte, o no podré cubrir bien la herida.

Dicho esto, apareció un pequeño sonrojo en la cara de Eliz y se quedó quieta 
mirándolo hasta que el chico terminó de atarle el pañuelo.

Después tomó ligeramente su mano y la ayudó a levantarse del suelo.

-Bien, ya estás, así no podrán saber tu ubicación actual por el olor de tu sangre.
-Gra.. Gracias, pero… No lo entiendo,
 ¿Por qué me ayudas si eres un aliado de Blade?

-No porque esté a sus servicios signifique que le sea fiel, así que escucha Eliz, presta mucha atención ya que no tengo tiempo para explicarte todo…

-¿Cómo sabes mi nombre?
 –(lo interrumpió Eliz.)

-Es una larga historia, pero tengo que irme antes de que noten mi ausencia…
 Eliz, mañana te daré algo importante, nos vemos en el quiosco del bosque oscuro antes del atardecer, estoy muy seguro de que lo conoces, 
y es la única zona donde no entran los aliados de ese hombre, Ahora, lo único que puedo decirte es que el problema no es Blade sino quien está a la cabeza de todo eso… Por lo tanto tienes que hacerte más fuerte para poder derrotarle…
 Te estaré esperando
 ¿De acuerdo?

Y terminando estas palabras el chico le dio la espalda a Eliz y se marchó rápidamente del lugar.

Al minuto siguiente Eliz se quedó pensativa y tratando de acomodar las ideas en su cabeza,
pues pese a que el chico era un seguidor de Blade, su más grande enemigo, algo dentro de ella quería volver a encontrarse con él.

Luego de unos minutos recordó que había dejado atrás a sus amigos y corrió de regreso
a donde se encontraban.
A mitad de camino pudo escuchar como alguien gritaba su nombre y al llegar vio la casa completamente quemada y hecha pedazos,
 más adelante estaban Rose y Alice junto a Elisa quien aún se encontraba inconsciente.

 Los gritos pertenecían a Sedric y Hayato quienes estaban de un extremo a otro tratando de encontrarla y tampoco quedaron rastros de aquellos vampiros que los atacaron.

-Estoy aquí hermano
–(les grito Eliz mientras se acercaba a ellos.)

-Eliz, ¿Dónde te habías metido?
–(le dijo Sedric mientras corría hacia ella
 y la abrazaba)
-Me tenías muy preocupado, no me perdonaría si algo malo llegara a pasarte.

-Estoy bien hermano, no tienes por qué ser tan duro contigo mismo.

-Pero ¿Qué fue lo que paso?
–(le pegunto Hayato al llegar junto a ellos)
-¿Acaso ese chico tuvo que ver en algo?

-Él…
-(comenzó a decir Eliz mientras se apartaba de Sedric)
-Me ayudo a salir de la casa.

-¿Y dónde está ahora?
 –(le pregunto Sedric.)

-No… lo sé
–(le respondió Eliz inquieta)
-Cuando me di cuenta, ya no estaba…

[…..]


La tarde comenzaba a tornarse fría y los chicos habían llegado hasta una cueva lo bastante amplia como para acampar y pasar la noche.

Adentro se encontraban todos sentados en el suelo, Alice y Rose estaban a un lado de Elisa quien seguía sin recuperar la conciencia y Eliz por su parte, yacía sentada afuera sobre una gran roca mirando al cielo.

De pronto, Elisa abrió los ojos lentamente y trató de incorporarse con ayuda de Rose.

-Hermana estaba muy preocupada por ti
–(le dijo Alice mientras la abrazaba fuertemente)
- Tardaste mucho en despertar.

-Alice, espera, me estás haciendo daño
 –(indicó Elisa.)

-Calma cariño
 –(le dijo Rose a Alice)
-O harás que vuelva a desmayarse.

-¿Qué fue lo que sucedió?
–(comenzó a preguntar Elisa mientras veía a su alrededor)
 -¿En dónde estamos?

-Lo siento mucho Elisa
-(Le dijo Sedric)
 -Por nuestra culpa tu casa ahora está
destruida…

-Temíamos que algo así pasaría tarde o temprano –(intervino Hayato)
- De verdadlo sentimos mucho…

-Está bien, no tienen que preocuparse tanto, lo importante es que todos estemos a salvo
 –(dijo amablemente Elisa)
-Por cierto, ¿Dónde está Eliz?

-Afuera
 –(respondió Sedric)
- Quería estar sola pero…
Estoy un poco preocupado por ella, conociéndola, talvez se esté culpando de todo…
Mejor iré a ver que esté bien.

Y así, Sedric se levantó y se dirigió a la entrada de la cueva.

 Una vez ahí vio a Eliz sentada de espaldas
contemplando el cielo y caminó hacia ella.

-Es una tarde agradable, pero pronto anochecerá
 –(fue lo primero que dijo Sedric
y después de una pequeña pausa continuo)
-¿Cómo te encuentras Eliz?

-Te mentiría si digo que estoy bien
–(le respondió su hermano)
-Siempre ha sido así, adonde quiera que vaya solo traigo desgracia… Me pregunto
 ¿Porque será?...

-Tampoco creo que atormentarte de esa manera conteste a tus preguntas, pero lo más importante…
-(Sedric se paró frente a ella)
-Te ves muy pálida hermana, no será que…
¿Estás sedienta?, Ha pasado un tiempo desde la última vez que bebiste sangre.

-Estoy bien, no necesitas preocuparte por eso, además, jamás bebería
 sangre de un humano.

-Yo nunca dije que fuera de un humano…

Y terminando de decir esto, Sedric levanto su mano a la altura de su pecho y apretó su puño
 tan fuerte que un hilo de sangre comenzó a correrle.
Al ver la sangre, los ojos de Eliz se encendieron con un brillo intenso y se abalanzó directo al cuello de su hermano clavando profundamente sus colmillos.

Eliz comenzó a beber hasta que su sed poco a poco se fue saciando y una vez terminado se apartó lentamente de su hermano.

-¿Lo hiciste a propósito, no es así?
–(le pregunto apenada Eliz.)

-Si no lo hacía de este modo te hubieras negado
 –(le respondió Sedric
con una sonrisa)
-Y ahora que ya estás bien,
 será mejor que entremos, los demás están preocupados por ti.

Eliz también sonrió y tomando de la mano a Sedric regresaron al interior de la cueva donde Rose recibió a Eliz con un fuerte abrazo.

-Gracias Rose, ya me siento mejor
–(luego se dirigió a Elisa)
-No tengo palabras para disculparme por lo que pasó con tu hogar, de verdad lo siento mucho.

-Descuida Eliz
–(le respondió Elisa)
 -Me alegra mucho saber que estás bien,
y también quiero agradecerte por haber regresado a buscarme, así que por favor descansa.

De una tranquila tarde paso a ser una fría noche
y los chicos encendieron una fogata para que Elisa, Alice y Rose pudieran entrar en calor y después de una divertida platica las chicas se quedaron dormidas.

Sedric y Hayato estaban en la entrada de la cueva
haciendo guardia mientras intercambiaban palabras, y Eliz, tan solo se encontraba sentada frente a la fogata contemplando las llamas,
donde a cada minuto que pasaba se sumergía más y más en sus propios pensamientos.

[....]

Al día siguiente, las cosas continuaron siendo normales para los chicos
 y actuaron como si nada del horrible incidente del día anterior hubiera pasado.

Alice, Elisa y Hayato habían salido a los alrededores a buscar comida, mientras Rose atendía las heridas de Eliz y luego las de Sedric.
De pronto, Eliz se levantó y les dijo a su hermano y a Rose que saldría un momento a caminar y tomar aíre fresco.

Así fue al inicio, pero después la caminata de Eliz comenzó a hacerse larga, caminó y caminó hasta que llego a los límites del bosque donde se encontraba y de un bosque con una espesa niebla que apenas y se podía ver el suelo, llego a un bosque donde no penetraba la luz del sol y parecía como si siempre fuera tarde.

Se introdujo a este y más adelante de ella pudo ver una pequeña luz, así que caminó hacia ella
 y llegó a su punto de encuentro con aquel misterioso chico, al quiosco, donde se detuvo y con la brisa que acariciaba su cuerpo dijo al aíre:

-Aquí estoy…




      Derechos Reservados S.A & C.V Derechos de Autor. Todo uso indebido de este contenido será                            procesado por la ley. Ciudad de México. D.F. Redactoras: Esmi&Anfi

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