Traces of blood capitulo 7

CAPÍTULO 7

“Un testigo desafortunado”

Estaba atardeciendo cuando un aldeano salió y se introdujo en el bosque para buscar provisiones, 
iba caminando con cuidado ya que sabía que en aquel sitio aparecían los Oni de vez en cuando.

 De pronto se hincó y comenzó a recolectar un tipo de hongo comestible,
 pero se estremeció al escuchar pasos y rápidamente se ocultó detrás de un árbol.

 Los pasos cada vez se escuchaban más cerca
 y el pulso del aldeano se aceleraba a cada segundo, sin embargo los pasos se detuvieron y tan solo se escuchó:

 “Tu olor me es familiar, vienes de parte del Señor Blade ¿No es así?,
 Acaso traes alguna noticia para mí”. 

El aldeano al escuchar el nombre de Blade, se asomó cuidadosamente 
y se sorprendió de ver que una persona encapuchada
 estaba atravesando el estómago de la otra persona.

 Nuevamente se ocultó el aldeano y se deslizo por el tronco del árbol hasta el suelo, 
donde se quedó muy quieto. 
Pasado un rato de profundo silencio, el aldeano volvió a asomarse y no vio a nadie, 
ni siquiera había rastros del vampiro asesinado,
 pensaba que todo ya estaría bien y mostró un semblante de alivio, 
pero sin darse cuenta una silueta se postro tras él.


[…..]


Dentro del castillo Tsuki, Blade se encontraba en su estudio leyendo unos documentos.
 De momento desvió la mirada a un pequeño cuadro que se encontraba en la esquina derecha de su escritorio, y después de unos momentos de contemplarla la recostó en el escritorio
 dejando el lado de la foto hacia abajo.

Unos minutos después tocaron a la puerta y uno de sus sirvientes entro.

-Mi Señor, temo informarle que no tenemos noticias del
 “Cazador”

Blade lo miro y luego continuó con lo que estaba leyendo, agregando a la vez:

-¿Es todo?

-No Señor,
 -(prosiguió el sirviente)
-Mis hombres fueron a investigar 
y encontraron a un pordiosero que asegura tener información valiosa 
y exige que lo dejemos hablar con usted.

-Muy bien, entonces tráiganlo.

-A la orden.

El sirviente salió de la habitación y al poco tiempo regreso con dos hombres más 
quienes traían sujetando de cada brazo al aldeano, ya que su pierna tenía una herida y no podía caminar bien, lo arrastraron y luego lo dejaron caer frente al escritorio de Blade.

-Así que tienes información para mí
–(le preguntó Blade con voz imponente.)

El aldeano un poco asustado asentó con la cabeza sin dirigir la mirada a Blade.

-¿Y por qué debería creerle a un sucio humano 
que ni siquiera puede mirarme a la cara?

-Discúlpeme mi Señor
–(se excusaba el aldeano)
-Su presencia es tan majestuosa e imponente 
que no soy siquiera digno de mirarle,
 pero es verdad lo que le dijeron, 
tengo información de importancia para usted y estoy dispuesto a contarle todo 
con la condición de que perdone mi vida.

Blade se quedó pensativo por unos segundos y después añadió:

-Muy bien, acepto.

-Entonces permítame comenzar,
-(indicó el aldeano)
-Yo estaba en el bosque, el famoso bosque venenoso, fui para recolectar provisiones
 y escuché pasos acercándose hacía donde yo estaba, al asomarme vi que alguien más mató a ese vampiro con la cicatriz en el brazo,
 pero el atacante estaba encapuchado, así que no pude ver su rostro… Lo único que recuerdo, fue haber visto una cadena colgando de su pantalón.

-¿Una cadena?
 –(Blade se quedó pensativo de nuevo.)

-Sí mi Señor, es todo lo que sé.

-Junto al bosque venenoso, eh… Ahí estaba
 “Cazador” investigando los habitantes de una cabaña
 –(dijo Blade en sus pensamientos 
y luego en voz alta continuó)
-Bien, acepte perdonarte la vida, 
pero para eso tienes que hacer un trabajo.

-Lo que necesite su alteza
 –(rogó el aldeano.)

-Regresa al lugar donde estabas y busca una cabaña, cuando la encuentres necesito que averigües quien vivé ahí,
 solo así no te mataré
–(le condicionó Blade)

-Como usted me lo ordene, haré cualquier cosa.

-Llévenselo
 –(ordenó Blade a los hombres que lo habían traído al principio.)

-Mi Señor
–(se acercó el sirviente después de que los demás se fueran)
- ¿De verdad lo va a dejar con vida?

-Claro que no
–(afirmó Blade)
-Pero puede serme útil después de todo, 
ya que si esa niña está ahí no se negara a ayudar a un inmundo humano herido. 
¡Ah!,
 por cierto, también llama a Seinen, 
dile que venga a verme… Es todo.

El sirviente asentó y luego dejó la habitación.
 Blade se levantó y se dirigió a la ventana diciéndose para sí mismo:
 “Con que una cadena… Ahora que lo pienso, no he visto a mi hijo por un tiempo”.

[…..]


En la pequeña casa apartada del castillo Tsuki y hogar de Luna, Vincent y Seinen se encontraban en el jardín.

Él estaba sentado disfrutando de una copa de sangre mientras Seinen le servía. 
De momento uno de los sirvientes de Blade apareció informándole a Seinen 
que tenía que ir inmediatamente al castillo,
 así que ella dejó la botella en la mesa y con una reverencia hacia Vincent
 se fue con el sirviente.

Vincent disfrutaba de su copa cuando Luna salió de su cuarto con Zaico 
siguiéndola por atrás.

 Luna caminaba hacia su hermano mientras estiraba los brazos y Zaico en cambio, 
se adelantó y se subió en las piernas de Vincent.

Él dejó la copa en la mesa y dirigió su mano hacia la cabeza del zorro para acariciarlo.
 Cuando Luna llegó hasta donde estaba sentado su hermano, lo rodeo con sus brazos por atrás
 y apoyo su cabeza sobre el hombro izquierdo de Vincent.

-¿Tuviste un buen sueño hermanita?
 –(le preguntó Vincent.)

-Tengo hambre
–(fue lo primero que le respondió Luna.)

-Siempre despiertas con hambre, es algo típico de ti.

-No me molestes.

Y dicho esto, Luna clavó sus colmillos en el cuello de su hermano. 
Cuando ella aún se encontraba sorbiendo sangre, Sabaru llego volando y aterrizo frente a ellos ocasionando una pequeña ráfaga de aíre.

 Zaico, aún en las piernas de Vincent, se recostó y Vicent dirigió su mirada hacia Sabaru,
 Luna por su parte, no hizo caso alguno y ni siquiera se movió, lo que le molestó a Sabaru.

-Luna, es suficiente.

Al escuchar esto, Luna dejo de sorber y se apartó del cuello de su hermano para responderle a Sabaru.

-¿Te atreves a interrumpirme?,
-(con su mano limpió el resto de sangre que le corría por la boca)
- ¿A qué has venido Sabaru?

-Necesito hablar contigo Luna
 –(dijo Sabaru con voz suave.)

-¿Hablar?, ¿Sobre qué?...
 ¿Tu traición hacia mí?

-Te equivocas
–(gritó Sabaru)
-Yo nunca quise acerté daño ni mucho menos traicionarte…
 Sé que lo que hice estuvo mal, pero no me dejaste otra opción.

-¿Yo?, somos amigos de la infancia,
 yo confiaba en ti y tu me apuñalaste por la espalda.

-Pero lo hice por amor… 
Desde que te conocí he estado enamorado de ti y tu nunca te diste cuenta, 
ni siquiera has bebido de mi sangre.

-Para eso estoy yo Ren
–(Intervino Vincent)
-Luna solo necesita beber de mi sangre.

-Tú cállate maldito
–(le respondió furioso Sabaru)
-Porque no mejor te largas de aquí.

-El que se tiene que ir eres tú Sabaru
 –(agregó Luna)
-Cómo dijo mi hermano, yo solo lo necesito a él.

-Luna.. Perdóname, ya ha pasado un año de esto, me fui y mi viaje me sirvió para recapacitar...

-Silencio!.. No me interesa nada de lo que digas, Largo!

-De acuerdo
–(se resignó Sabaru)
-Pero tarde o temprano serás solo mía.

Así al terminar de hablar, Sabaru volvió a desplegar sus alas y se marchó furioso del lugar.

-¿Pero qué le sucede?
 –(se preguntó Luna)
-Habla como si yo fuera un objeto.

-No te preocupes por él,
¿De acuerdo?
–(agregó Vincent)
- Sus celos lo llevan al borde de la desesperación… 
Y me pregunto si eso será suficiente para matarlo.

-A estas alturas
 –(concluyo Luna)
- Ya no me importa lo que le pase...
 Por cierto, ¿Dónde está Seinen?

-En el castillo, ese hombre la mandó a llamar…
 Tal vez quiera saber cómo está su hija después de haberla encerrado.

Luna se sentó en la silla que se encontraba a un lado de su hermano y miro al lado contrario, 
observo la lejana oscuridad que poco a poco se hacía más evidente en aquel lugar y se perdió
 en medio de sus propios pensamientos.
 Vincent por su parte, volvió a tomar la copa y bebió el resto del contenido
 mientras con su otra mano acariciaba suavemente a Zaico.


[…..]


Dentro del castillo Tsuki,
 Seinen llegó a sala principal donde se encontraba Blade sentado en uno de los tronos.

-Mi Señor, ¿Me ha llamado?
–(preguntó Seinen.)

-Sí
–(le respondió Blade)
- ¿Cómo está mi hija?

-Ella lo ha obedecido y no ha salido de su casa desde entonces
–(le informó Seinen)
-Sin embargo, 
su carácter ha empeorado y no deja que nadie más se le acerque a excepción del amo Vincent.

-¿Con que mi dulce hija se está revelando?,
Jajaja, eso es algo digno de ver, 
pero dime ¿Qué hay de Vincent?,
hace días que no lo veo.

-El amo Vincent ha permanecido al lado de la Señorita durante el último mes, 
tampoco ha dejado la casa, el joven Sabaru vigila casi a diario, él se lo puede confirmar.

-De acuerdo, se de tus sentimientos por mi hijo, así que espero no me estés mintiendo o de lo contrario morirás
-(concluyo Blade)
-Así que es todo, retírate.

-Como ordene.

Seinen hizo una reverencia y se dirigió a la salida,
 pero antes de atravesar la puerta Blade le dio una última orden.

-Por cierto... Sí mi hijo sale de la casa o percibes que actúa de manera extraña,
 infórmame de inmediato.

Seinen se retiró de la habitación y Blade se quedó muy pensativo, 
respiro profundo y cerrando los ojos dijo:

-¿Por cuánto tiempo planeas quedarte ahí parado?

Sin embargo, Blade no obtuvo respuesta
 ni nadie salió y tan solo se escuchó una risa 
desde una esquina de la habitación.


[…..]


La noche se hizo presente, Eliz, Sedric y Hayato se encontraban sentados a la mesa
 en medio de la oscuridad de su hogar 
con tan solo tres pequeñas luces de vela alumbrando sus rostros.

 Eliz fue la primera en hablar:

-Es momento de que nos vayamos de aquí… 
Últimamente he sentido la energía de aquellos seres malignos de Blade.

-Yo también
–(corroboró Hayato)
-Y cada día están más cerca.

-Pero, ¿A dónde iremos?
–(preguntó Sedric)

-No lo sé
–(respondió Eliz)
-Pero tiene que ser lo más lejos posible para no poner en riesgo a las chicas.

Después de esas palabras, los tres se quedaron en silencio por unos momentos
 hasta que Eliz prosiguió.

-Hayato, mañana por la noche le dirás a Rose que nos tenemos que ir, pero sin que Elisa ni Alice se enteren.
-Y… ¿Por qué no las llevamos con nosotros?
–(sugirió Sedric)

-No podemos exponerlas hermano.

Sin embargo, su charla fue interrumpida por un grito de auxilio a la vez que se oían unos tenebrosos alaridos.

 Eliz y los chicos se levantaron rápidamente al escuchar esto, las hermanas Alice y Elisa 
bajaron con prisa para reunirse con los demás, ya que estaban asustadas.

-¿Qué está ocurriendo?
–(preguntó Elisa.)

-Tengo miedo
–(indicó Alice)
-Abrázame Sedric
 –(Y se abalanzó hacia él.)

-Pase lo que pase
 –(advirtió Eliz)
-No salgan de la casa. Hayato, Sedric,
 ¡Vamos!

Los tres chicos salieron de la casa con cautela, 
el bosque a su alrededor estaba inmerso en la oscuridad de la noche, 
lo único que iluminaba era la luz de la luna. 
Corrieron hasta llegar a la orilla de un acantilado donde encontraron a un hombre
 siendo atacado por unas criaturas extrañas sin cuerpo ni forma,
 eran más similares a sombras.

 Al verlas, los chicos se quedaron muy sorprendidos, ya que era la primera vez que veían criaturas como esas.

-Pero…
¿Qué demonios son esas cosas?
–(gritó Hayato.)

-Son sirvientes de Blade
–(afirmó Eliz)
- Esas criaturas estaban allí aquella noche.

-Jamás las había visto,
–(agregó Sedric)
-A decir verdad, su energía es tan pesada
y oscura que me eriza la piel.

A Eliz también le causaban temor aquellas criaturas, pero a ella solo le importaba que nadie más muriera a manos de Blade,
por lo que se lanzó al ataque gritando:

-Por más repulsión que me den…
 Jamás permitiré que Blade cobre otra vida inocente.

Y desenvainando una daga de su costado izquierdo atravesó a una de esas sombras
 poniéndose de espaldas frente al hombre que yacía en el suelo.

 Las sombras se juntaron y los rodearon a ambos,
así que Eliz con movimientos rápidos cortaba a las criaturas las cuales se iban desvaneciendo.
 Sin embargo, al mismo tiempo en que Eliz los cortaba iban apareciendo más sombras,
por lo que Sedric y Hayato también se unieron a la batalla.

 Entre los tres chicos estaban eliminando a las criaturas, a la vez que protegían a la persona en el suelo, pero sus esfuerzos decaían al no tener fin.

Eliz comenzaba a desesperarse, por lo que dijo:

- Por más que los cortemos siguen apareciendo más de esas cosas, creo que no tengo otra opción…
Los aniquilaré de una vez por todas.

-Espera Eliz
–(advirtió Sedric al escucharla)
- No estarás pensando en usar tu poder especial de velocidad ¿O sí?

-Lo siento hermano, pero es la única forma de ganar.

-Eliz, detente
 –(gritó desesperado Sedric.)

Pero Eliz no lo escuchó y cerró sus ojos para concentrar su poder y antes de poder liberarlo se vio interrumpida por un gran destello que surgió de entre los arbustos y alumbró todo el lugar.

Su brillo fue tan potente que obligo a los chicos a cubrirse el rostro por unos segundos
 mientras las criaturas se desvanecían convirtiéndose en polvo  y una vez que la luz se extinguió pudieron reintegrarse,
  miraron al rededor para saber la situación por la que ahora pasaban.

 Sin mucho éxito y aún aturdidos por el destello de la luz, escucharon una voz familiar cerca de ellos que les dijo:

-¡Vaya!, ¡vaya!,
 los dejo veinte minutos para irme a dormir
 y ya están metidos en problemas.

Era Rose quien venía acompañada por las hermanas, la cual había creado una esfera de luz y lanzo contra las sombras,
 así que una vez que dicha luz se apagó por completo, con el puro brillo de la luna pudieron verlas, todos se alegraron.

-Rose, gracias por venir
 –(se alegro Eliz.)

-Menos mal que apareciste Rose
–(le dijo Hayato)
-Pero fue peligroso
que vinieras con las chicas.

-Haaay por favor, les salvé la vida,
-(replicó Rose)
-No me des quejas, y además ellas vinieron solas.

-Disculpen no haber esperado como nos lo pidieron
–(hablo primero Elisa)
- pero mi hermana estaba preocupada.

-Siiiii
–(afirmó Alice)
-Estaba muy preocupada por mi Sedric.

-¿Qué yo qué?
–(preguntó Sedric confundido.)

Y en cuanto vio la oportunidad, Alice se arrojó de nuevo a los brazos de Sedric
mientras Hayato y Rose lo miraban con compasión.

 Eliz por su parte volteó la mirada en dirección al hombre, este asustado al verla acercarse, comenzó a temblar y a suplicar por su vida.

-Por favor no me maten…
No me hagas daño, te lo suplico.

-Tranquilo aldeano
–(le dijo gentilmente Eliz mientras le tendía la mano)
- yo no le haré daño, solo deme su mano y lo llevaremos a un lugar seguro.

El hombre le dio su mano pero no pudo levantarse pues estaba muy herido. Eliz al notar esto, le pidió al hombre que guardara la calma y regresó la mirada en dirección de sus amigos.

-Elisa, ¿Puedes venir un momento?

Elisa se acercó hasta donde estaban Eliz y el hombre, también pudo ver que este tenía muchas heridas por todo el cuerpo, así que se inclinó hacia él y le sonrió.

-Buenas noches buen hombre, permítame mirar sus heridas, yo las sanaré.

-Lo dejo a tu cuidado Elisa
–(luego Eliz volteó hacia Hayato y su hermano)
- Sedric, Hayato, lleven al hombre a la cabaña en cuanto Elisa termine de revisarlo, se quedara con nosotros hasta que logre recuperarse,
bueno…  Si no es molestia para ustedes Elisa y Alice.

-Por mí no hay problema
–(le indicó Alice)
-Mientras mi Sedric esté aquí,
 todo será seguro.

-Para nada Eliz
 –(también le confirmó Elisa)
-Ya sabes que nos agrada ayudar
a quienes lo necesitan
–(y continuó poniendo una venda en la pierna del hombre)
- … Y listo, ya se lo pueden llevar.

Sedric y Hayato ayudaron al hombre a levantarse y todos juntos comenzaron a caminar
en dirección a la cabaña.

 Eliz caminaba atrás de todos y de momento se detuvo para mirar de un lado a otro.
Solo Rose se dio cuenta que Eliz se había quedado atrás, así que acortando el paso se dirigió a ella y con un susurro le preguntó:

-¿Sucede algo Eliz?

-No… No es nada, tal vez solo mi imaginación.

-Debes estar cansada
–(continuó Rose)
- Llegando a la casa te prepararé un buen té
para que puedas estar más tranquila.

-Gracias Rose.

Así que de nuevo se puso en marcha junto a Rose
y alcanzaron a los demás que ya estaban a punto de llegar a la entrada,
no obstante, alguien desde lo alto de un árbol los observaba cuidadosamente.


[…..]


Las puertas del castillo Tsuki se abrieron de par en par y uno de los sirvientes de Blade entro a la habitación donde él se encontraba
 e hizo una reverencia.

-Mi Señor, el plan va de acuerdo a lo indicado,
nuestro infiltrado lo logró.
Blade, quien sostenía una copa de sangre en su mano, la miro placenteramente
y con una sonrisa siniestra exclamo:

-¡Perfecto!...
En poco tiempo tú y los tuyos caerán ante mis pies.

Y con una expresión de victoria Blade bebió de la copa sin dejar que se desperdiciara ni una gota de su preciada sangre.





      Derechos Reservados S.A & C.V Derechos de Autor. Todo uso indebido de este contenido será                            procesado por la ley. Ciudad de México. D.F. Redactoras: Esmi&Anfi

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