Traces of blood capitulo 3

CAPÍTULO 3

“La biblioteca”

Un recuerdo apareció en la mente de Vincent, una memoria de su niñez que lo hizo olvidarse por un momento del lugar en el que se encontraba…

…Vincent había salido de su hogar y se adentró en el bosque que lo rodeaba, miraba a su alrededor y con sus cuchillas cazaba a los pequeños animales que se cruzaban en su camino. De momento escucho a una persona caminando a lo lejos y esto le provocó curiosidad, así que se acercó para ver quién era. Al llegar pudo ver a una niña sentada en el suelo con un semblante de preocupación, así que decidió acercarse a ella.

-Disculpa, ¿Te encuentras bien?

-Creo que me he perdido y ahora no sé cómo regresar a mi casa
–(le respondió la niña.)

-¿Vives cerca de aquí?,
Yo puedo ayudarte a regresar a tu casa si así lo deseas.

-¡De verdad!, muchas gracias
.
Vincent se acercó a la pequeña niña y la ayudo a levantarse.

-Mi nombre es…
 Vinz.

-Es un gusto Vinz, yo me llamo…

En ese momento Vincent regresó en sí y se quedó mirando a lo lejos por la ventana abierta
 de su cuarto, después de suspirar profundamente, se dijo a sí mismo:

-Como me gustaría... Estar tan cercas de ti de nuevo, que tus ojos me miraran una vez más sin miedo de que haga daño...

[…..]

Eliz, Sedric y Hayato quedaron muy sorprendidos
al ver a la persona que estaba parada frente a ellos, ya que al descubrise el rostro vieron que era una chica bastante linda con un atuendo peculiar.

-Entonces…
¿Qué los trae por aquí?

-Gracias por ayudarnos y disculpa nuestra intromisión
–(se levantó Eliz)
- Estamos buscando a la bruja y si no es atrevido de mi parte preguntar…
 ¿Conoces su ubicación?

-Sí, la conozco…
Porque yo soy la bruja.

-¡¿Tú eres la bruja?!
 –(gritaron Hayato y Sedric con asombro al unísono.)

-Así es, ¿Qué desean de mí?

-Mi abuela me ha dicho que tú puedes ayudarme
–(respondió Eliz.)

-¿Y quién es tu abuela?

-…Saraco.

-Sa..  ¿Saraco…? 
Entonces tú…
-(la bruja se acercó un poco más hacia Eliz y se inclinó ante ella.)
-Me disculpo por mi actitud de hace un momento, no sabía que era usted Princesa.
Ahora sé por qué han venido, pero será mejor hablar en otro lugar…
 Aquí es peligroso
 –(se levantaba)
-Mi casa está cerca, por favor síganme.

-Gracias.

-No necesita agradecerme Princesa…
 Es parte de mi promesa.

Hayato y Sedric se pusieron de pie y junto a Eliz siguieron a la bruja en dirección a su casa.

Caminaron por un sendero rodeado de árboles y arbustos hasta que llegaron a una gran pared de roca cubierta por un poco de ramas.

-Bien, sean bienvenidos a mi casa.

-¿Es… En serio?
–(preguntó Hayato al ver que la bruja señalaba una gran pared de piedra.)

-Ustedes tan solo pueden ver una pared de piedra, pero en realidad es una barrera,
 mi casa  
se encuentra al otro lado.

-Sorprendente
–(comenzó Eliz)
- pero hubiera sido un poco difícil encontrarte aquí, si no es porque apareciste en medio de nuestra pelea con esos Oni.

-Y de no haberlo hecho los habrían derrotado.

-No es verdad
 –(protestó Sedric)
- Podíamos vencerlos nosotros solos.

-Sí claro, como sea, por distintas razones tengo que resguardar mi casa y a mí misma de los demás, ya que guardo algunos objetos que son muy valiosos y pueden ser peligrosos en manos equivocadas, pero eso es otra historia.

La bruja volteó de frente a la pared y levantó su bastón para tocarla con la punta,
 al hacerlo, se abrió un hueco en medio tomando forma de una puerta.

 Los chicos atravesaron por el hueco y este se cerró tras ellos; pronto, se encontraron en un gran jardín rodeados por hermosas flores y frente a ellos pudieron ver una casa muy acogedora.

 Dentro de esta descansaron en lo que parecía ser la sala, la bruja atendió la herida en el brazo de Hayato y en unos segundos él se sintió mejor.

-Disculpa… Mmm…

-Rose.

-¿Eh?

-Ese es mi nombre Princesa.

-Es un gusto Rose, puedes llamarme solo Eliz, él es mi hermano Sedric
–(lo señaló)
- y él es nuestro amigo Hayato.

-El gusto es mío Eliz, pueden quedarse en mi casa el tiempo que quieran, aunque…
 No creo que tengan mucho tiempo.

-Sí, es verdad, tenemos que darnos prisa, pero antes
–(Eliz sacaba la caja de madera
 de entre sus pertenencias)
- esto es para ti…
 Es un regalo de parte de la abuela.

-Gracias
–(Rose tomo la caja y la contemplo unos segundos)
- la cuidaré mucho.

-Me gustaría saber
–(interrumpió Sedric)
- ¿Cómo conociste a la abuela?

-Hace tiempo, cuando yo era niña, entrenando mis hechizos me descuidé y fui atacada por esos Oni
–(Rose dejaba la caja sobre un mueble)
- La persona a mi cargo murió y pensé que yo también moriría, pero… Ella apareció…
 Saraco me salvó la vida y desde ese entonces nos hicimos amigas...
Ella venía a visitarme de vez en cuando y me traía muchos dulces deliciosos…

Los chicos rieron entre sí y por un momento disfrutaron del ambiente que los rodeaba.
 Después de tener una cómoda charla, Rose se puso un poco seria
 y un gran silencio se hizo presente.

-Eliz, tengo que mostrarte algo.

Los tres se pusieron de pie al mismo tiempo, Rose miró a Sedric y Hayato de forma desafiante
 y luego agregó:

-Pero solo tú Eliz,
por favor sígueme.

Así que ambos volvieron a sentarse y se miraron uno al otro un poco preocupados.

-Está bien muchachos, volveré pronto.

Eliz siguió a Rose al cuarto continuo y en este la bruja hizo aparecer una puerta
 en una de las paredes.
 Al abrirla podía verse lo que era un túnel completamente oscuro.

-Vamos Eliz
–(Rose levanto su mano derecha a la altura de su pecho y creó una esfera de luz)
- Camina.

-Cla.. Claro.

Rose entro primero para poder alumbrar el camino y Eliz la siguió cuidadosamente.
 Con cada paso que daban podían escucharse voces murmurando a su alrededor,
 hasta que después de unos minutos de caminar, una luz más brillante indico el final de aquel túnel. Al llegar se abrieron unas puertas haciendo más evidente aquella luz y al atravesarla se encontraron en una gran biblioteca.

-Hemos llegado, esta es la biblioteca del Brujo Supremo.

-¿Brujo Supremo?

-Es el Brujo más poderoso de todo nuestro linaje,
 el conocedor de todos los secretos de este mundo.
 Él era la mano derecha de tu padre, pero después de ese suceso… Desapareció…
Hasta ahora nadie sabe dónde se encuentra o que estará haciendo, yo quede encargada de este lugar
 y es mi deber protegerlo ya que me pertenece.

En ese momento apareció una pequeña niña
 de aspecto parecida a un elfo y se dirigió a Rose.

-¿Qué se le ofrece Señorita Rose?

-Por favor tráeme la llave de la sección 412.

-412, por supuesto.

La niña desapareció es ese instante y Eliz quedó asombrada por lo que vio.

-¿Sorprendida?
–Rose se dirigió al centro del lugar mientras Eliz la seguía
- A esta biblioteca asisten muchos seres que pueden resultarte extraños, nos visitan Adas, Brujas, Hechiceros, Elfos, Gnomos, una gran variedad de seres mágicos,
pero no te preocupes, ahora mismo estamos solas.

De repente el suelo donde se encontraron paradas se movió
 hasta que llegaron frente a una gran puerta negra.

-Pe.. Pero, ¿Que fue eso?
–(preguntó sorprendida Eliz.)

-Tan solo espera.

La niña volvió a aparecer frente a Rose; la bruja extendió su mano hacia ella
 y esta le entregó una llave.

Rose abrió la puerta y se dirigió a Eliz.

-Bien… Ahora entra Eliz,
 lo que este allí adentro te pertenecerá, solo tú puedes verlo.

Eliz entró a la habitación 412 y en medio encontró un estuche sobre una mesa de cristal.
 A un lado del estuche había un libro con un seguro en forma de luna.
 Eliz acercó su mano hacia el seguro y este se abrió al instante,
así que empezó a hojear el libro hasta donde pudo comenzar a leer.

Hace mucho tiempo existió un poderoso gobernador humano en la nación de Khaos, 
el cual era un lugar de paz y armonía.

 Todos los pueblerinos, absolutamente todos, eran muy felices y no les faltaba nada. 
Ichiro, el Rey de los vampiros quien vivía en esa misma región, hizo un pacto de paz
 con aquel gobernador humano 
para que su linaje pudiera vivir tranquilamente, así que como ofrenda a su lealtad 
y palabra le entregó su más grande poder y tesoro…
”El cristal de luna”…
Cuyo poder al ser utilizado en plena luna llena del mes de octubre,
 hace que la fuerza del vampiro incremente y su poder sea absoluto.
 Incluso se llega a creer que este collar, hasta al más miserable híbrido mitad vampiro,
 mitad humano, puede transformarlo en el más grande vampiro puro.

La entrega de este poder al gobernador humano también fue un pacto de paz
 para que tanto humanos como vampiros pudieran vivir en armonía…
Y todo iba bien…
Todo, hasta que un día el odio y el rencor de un ser malvado acabó con esa paz.

Eliz cambió la página.

Este ser quien causó el caos no era vampiro ni tampoco humano, 
era un simple híbrido que al conocer el poder del cristal de la luna puso en contra a humanos 
y vampiros desatando una guerra para conseguir el gran poder…
 Y  para obtenerlo, tomó la vida del gobernador humano y del Rey de los vampiros.
 El causante de tal tragedia fue…

Eliz ya no pudo seguir leyendo ya que en las pocas hojas continuas que quedaban en el libro no había nada más escrito.

 “Algo no está bien”,

 Era lo que pensaba Eliz.

Luego miro detenidamente el libro y pudo ver restos de hojas, como si hubieran sido arrancadas.

-Pareciera que alguien no quiere que se sepa la verdad…
 Aun así, pienso que quien causó el caos fue y es responsable de mis desgracias
y de los ataques que han habido.

Eliz miró el estuche que estaba a un lado del libro y lo abrió, saco de este una hermosa daga con un mango de cristal la cual contemplo por unos segundos, después la guardo consigo y tomó el libro.
 Salió de la habitación un poco preocupada y se acercó a Rose para contarle la situación,
 la cual la dejo muy sorprendida.

-No puede ser…
El libro estaba completo
 –(alardeó Rose.)

-Parece que alguien arrancó las hojas.

-Esto no es posible…
Eliz tenemos que salir de aquí, ahora.

Rose y Eliz corrieron en dirección a la puerta por donde habían entrado,
pero a la mitad del camino la niña que la atendió en un inicio les bloqueó el camino;
formo una bola de fuego y la arrojo contra ellas.

 Rose creo una barrera para protegerse, pero cuando la bola de fuego se impactó contra esta,
 las llamas se dispersaron y alcanzaron los libros en los estantes, lo que provoco que se incendiara poco a poco el lugar.
La niña repitió su ataque tres veces seguidas ocasionando que el fuego se pronunciara más.
 De momento y sin darse cuenta, una bola de energía golpeo a Eliz estrellándola contra un estante.

-Eliz, ¿Te encuentras bien?
–(gritó Rose.)

Rose miro al lado contrario y pudo ver como más seres similares a la niña se acercaban hacia ellas. Eliz se levantó y esquivo el golpe de uno de ellos noqueándolo a la vez,
 luego corrió en donde estaba Rose aun con la barrera.

-¿Y ahora qué hacemos Rose?,
Están llegando más de esas cosas…
 ¡Cuidado!

Las chicas no se habían dado cuenta de que más de aquellos seres también llegaron a sus espaldas
 y uno de ellos golpeó a Rose tirándola al suelo.
Tres más estaban atacando y a Eliz, quien se defendía sin soltar el libro en ningún momento. Ambas peleaban contra los sirvientes de la biblioteca procurando no lastimarlos mucho,
 ni mucho menos matarlos,
 y cuando tuvieron una oportunidad Rose corrió hacia la entrada de la biblioteca
 indicándole a Eliz que no se separara de ella.
 Al llegar Rose trató de abrirla, pero no pudo, ya que la puerta se encontraba sellada.

-Maldición, no se abre, alguien la ha sellado por fuera, así que necesitare magia para abrirla, pero me tomará un poco de tiempo…
 ¿Puedes cubrirme hasta entonces?

-Por supuesto, déjamelo a mí.

Rose se concentró estirando sus manos hacia la puerta y comenzó a recitar un conjuro.
 Por su parte, Eliz se puso de espaldas a la bruja y comenzo a darles pequeños golpes a las criaturas aventando los uno a uno hacia los estantes,
sin embargo, se incorporaron rápidamente y se dirigieron a atacar nuevamente, pero en ese instante Rose terminó de recitar su conjuro y logró abrir la puerta, tomó del brazo a Eliz y salieron de la biblioteca cerrándose la puerta tras ellas.
 Ambas guardaron silencio por la conmoción del suceso y Rose volvió a crear su esfera de luz
 para alumbrar aquel pasillo oscuro y poder regresar.

-Es mejor que volvamos Eliz

-¿Pero qué pasara con la biblioteca?
–(preguntó angustiada Eliz.)

-No te preocupes, es una biblioteca mágica, así que al amanecer todo habrá vuelto a la normalidad. Alguien logró infiltrarse en mi barrera y no puedo exponerte a ningún peligro
 así que lo dejare pasar por un tiempo.

Rose comenzó a caminar por el túnel y Eliz la seguía de cerca. Mientras más caminaban las voces que se escuchaban al inicio volvieron a resonar.

-Disculpa Rose… Mmm…

-¿Qué sucede Eliz?

-¿Qué son esas voces que se escuchan por todo el túnel?

-Oh, eso,
 -(respondió Rose con una risita)
- no te preocupes, son voces de espíritus que suplican por su libertad.

-¡Vaya!, y…
 ¿Por qué suplican por su libertad?

-Bueno pues porque sus almas me pertenecen,
ya que…
 Yo los maté.

Eliz se quedó sorprendida por lo que Rose le había dicho y después de pocos minutos de caminar
 por aquel túnel oscuro, salieron por la misma puerta que la bruja hizo en la habitación continua a la sala donde su hermano y Hayato las esperaban.
Tras atravesarla, la puerta se desvaneció y Rose se dirigió a Eliz.

-Deja el libro sobre aquella mesa
 –(le señalaba)
- Y regresemos con los chicos, pero será mejor no contarles nada de lo ocurrido en la biblioteca,
no queremos preocuparlos,
¿Cierto?

-Tienes razón,
-(aceptó Eliz)
-No quiero involucrarlos en algo peligroso,
 a quien quieren es a mí,
si Blade quiere una guerra…
Es lo que tendrá.

-Así se habla Princesa.

Las dos se sonrieron y después regresaron a la sala donde se encontraban aún Sedric y Hayato hablando entre ellos.

-¡Regresamos!
–(anunció Rose.)

-Perdón por la tardanza, espero no haberlos preocupado chicos.

-Pero… Sólo han pasado 5 minutos desde que se fueron a la otra habitación
 –(afirmó Sedric.)

-¿Qué?, Pero estuvimos ausentes por más tiempo
 –(indicó Eliz sorprendida.)

-Es cierto
–(recordó Rose)
- Olvide decirte Eliz que el tiempo del lugar donde estuvimos fluye diferente que este lugar
y aunque estuvimos bastante tiempo fuera, aquí solo pasaron unos minutos.

-Jamás lo hubiera imaginado, es sorprendente
 –(concluyó Eliz.)

-¿Y en qué lugar estuvieron?,
Nosotros vimos que solo se fueron al otro cuarto
–(Interrumpió Hayato).
-Es un secreto
–(le sonrió Rose.)

Las chicas también tomaron asiento y se relajaron por un momento,
pero Eliz recordó la nota que le había dejado su abuela y se dirigió hacia la bruja.

-Rose, ¿Tú puedes ayudarme a encontrar a mi hermana?

-Mmm… No creo poder ayudarte con eso.

-¿Por qué?
 –(insistió Eliz.)

-Bueno, si ella fuera una persona normal lo haría enseguida, pero estamos hablando de una vampira de sangre pura,
ni siquiera sabía que eras tú cuando esos monstruos los estaban atacando,
 su sangre es especial y solo vampiros de su mismo linaje pueden encontrar a otros vampiros,
 pues ¿Cómo se los explico?...
 No  puedo encontrar algo que no conozco, no sé cómo es tu hermana ni tengo algún objeto de ella
 que me permita seguir su esencia y aunque son hermanas, han pasado mucho tiempo separadas ¿No?…
 Apuesto a que las dos cambiaron mucho físicamente.
Me temo que solo tú puedes encontrarla.

-Pero han pasado 12 años desde la última vez que la vi y tengo miedo de no poder reconocerla cuando la tenga frente a mí.

-Hay cosas que nunca se olvidan aunque pasen cientos de años,
así que todo estará bien, solo confía en ti misma
 –(Rose trato de animarla.)

-Gracias Rose.

Eliz se quedó pensativa y Sedric al notarla un poco preocupada tomó su mano
y con una sonrisa también trató de animarla.
Ella también le sonrió y luego miró fijamente por la ventana perdiéndose en el atardecer, pronto Rose se acerco a Eliz y postro su mano en su hombro.

-Eliz.. Tal vez no.. Pueda ayudarte a encontrar a tu hermana, pero lo que si puedo hacer.. Es ayudarte a buscarla y sobre todo, mantenerte protegida para que nadie pueda rastraerte.

-En verdad.. ¿Harías eso por mi?

-Por supuesto princesa, hice una promesa y no pienso hacerme para atrás, a hora.. Vayamos a descansar un poco, mañana saldremos hacia el prado desértico, Iremos hacia donde Blade para así poder encaralo y saber ¿Que hizo con tu hermana?

-De acuerdo Rose, muchas gracias en verdad..
Me alegra saber que no estoy sola en esto.

-Estamos contigo

(Agrego Hayato, seguido de Sedric)

-Hasta el final.

[…..]

La noche se hizo presente y cubrió todo con su espesa oscuridad,
 la única luz que se contemplaba era el resplandor de la luna.

Dentro del castillo, Blade caminaba por un pasillo hasta que llegó frente a una habitación,
abrió silenciosamente la puerta y entró en esta.
 La habitación se encontraba vacía, tan sólo en el centro se situaba un sillón y en este una persona reposaba mirando por la ventana la hermosa luna que resplandecía.

 Blade se acercó hacía él y comenzó:

-No se supone que tienes que estar cuidándolo.

-Silencio, déjame disfrutar de la noche
 –respondió la persona en el sillón.)

-Hasta hace poco estabas preocupado por su aumento repentino de poder
y ahora te sientas a mirar por la ventana tan despreocupado
–(siguió insistiendo Blade.)

-Está bien, ya está todo controlado así que no necesitas alardear tanto.

-Eso espero, porque no quiero ver que nuestros planes fracasen.

-Entonces eres tú el que tiene que hacer algo,
 tu querido hijo se está revelando contra ti, si no le pones un límite terminará arruinándolo todo,
 a menos que quieras que yo lo controle.

-Como quieras, no me importa lo que hagas…
 Porque pronto, todo el poder será nuestro.




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