Traces of blood capitulo 4

CAPÍTULO 4

“Un encuentro accidental”

Luna había salido al jardín de su pequeña casa y se había sentado en su silla de siempre. 
Mirando el anaranjado atardecer, dijo en voz baja:

 “Ven… Zaico”.

Entonces, un hermoso zorro de pelaje plateado apareció frente a ella,
 se subió en sus piernas y se recostó.
 Luna tan solo siguió observando el cielo y lo acariciaba suavemente,
 hasta que se levantó con el zorro en brazos y comenzó a caminar por el jardín
 hasta que se detuvo en una jardinera de rosas rojas, se hincó dejando a Zaico en el suelo
 y luego tomó unas pequeñas tijeras que estaban enterradas en la tierra.

El zorro, por su parte, solo se sentó al lado de Luna y ella le dijo:

-Si no fuera por ti y mi hermano me sentiría como una prisionera en este lugar… 
Mi querido Zaico prométeme que siempre vas a estar a mi lado.

El zorro movió su cola de un lado a otro alegremente, pero se detuvo y levanto su cabeza a la vez que movía sus orejas para atrás, 
como si escuchará algo a lo lejos.

-Señorita
 –(gritaban a lo lejos.)

-Está bien Zaico, tan solo es Seinen llamándome
 –(poso su mano sobre la cabeza del zorro)
- Aún es temprano para que venga a molestarme, no puedo estar ni un minuto sola.

Luna levanto su mano y con un movimiento hizo desvanecer a Zaico.

-Señorita.

-Estoy aquí, así que deja de gritar tanto
 –(respondió Luna.)

-¿Pero qué hace aquí?
–(Seinen le dijo mientras se acercaba a donde se encontraba hincada Luna)
- Aún es temprano para que esté despierta.

-No exageres Seinen, falta poco para que el sol se oculte por completo
 y tan solo vine a cortar unas rosas para mi cuarto.

-Es mejor que entre a su habitación y duerma un poco más,
 su Padre quiere verme, así que descanse hasta que yo regrese,
 ¿De acuerdo?
–(le informo Seinen.)

-Bien, solo recogeré lo que he cortado y me iré directo a mi cama.

Y con esas palabras Seinen se marchó del jardín mientras Luna recogía las rosas del suelo.

Se levantó y caminó hacia la mesa que se encontraba en el centro del jardín, 
las dejó encima y con una sonrisa añadió:

-Si mi Padre quiere hablar con Seinen…
 No regresará en un buen rato, entonces, que te parece salir a explorar un poco los alrededores 
mi amado Zaico.

[…..]

Por otra parte, en el prado desértico en el cual no se veía ni principio ni fin, se encontraban
 Eliz, la bruja Rose, Sedric y Hayato
 caminando bajo un frió viento y a pesar de su gran poder, los chicos se mostraban cansados
 por la caminata. 

-Haaaa
–(se quejó Hayato con un gran bostezo)
- Que cansancio, llevamos horas caminando y aun no llegamos a ningún lugar.

-Tienes razón Hayato
 –(Eliz se dirigió a Rose)
- Bruja Rose, estamos en lo que parece un desierto sin final.

-Además parece que pronto lloverá
–(añadió Sedric)
- Y ya tengo hambre.

Rose respiró profundo y luego dijo:

-Bien, bien, silencio, 
ya basta de tantos reclamos, les advertí al inicio que aquí no podía utilizar mi magia
 y era el único lugar seguro para que ninguna clase de criatura nos siguiera hasta estar lo bastante cerca del castillo de Blade, así que dejen de quejarse, nos organizaremos. 
Hayato busca un lugar entre los árboles donde podamos descansar, 
Eliz, tú y yo buscaremos algo para hacer una fogata y por tener hambre y hacer que también me diera hambre, Sedric, tú buscaras la comida.

-Pe.. Pero eso no es justo,
¿De dónde sacaré comida en este desierto?

-Sedric tiene razón
 –(intervino Hayato)
- aquí no encontrará comida.

-Silencio he dicho o quieres cambiar tu lugar con Sedric, Hayato.

-No gracias
 –(respondió Hayato sin pensarlo dos veces.)

-Rose, no seas tan estricta con ellos,
 es verdad que estamos casi en un desierto y será difícil encontrar comida.

-Sí, es verdad Eliz y por eso mismo me vine preparada.

Entonces, Rose sacó de su bolsillo lo que parecía un reloj y se lo entregó a Sedric.

-Esto es un reloj dimensional y sirve para transportarse a cualquier lugar que uno desee,
 utiliza una magia diferente de la mía, por eso será posible utilizarlo aquí, solo es para casos de emergencia y únicamente puede utilizarlo una persona.

-Genial
–(admiraba Sedric mientras sostenía el reloj)
- Jamás pensé que existiera este tipo de cosas
 –(y se lo colocó en la muñeca izquierda.)

-Mira bien el botón rojo
–(comenzó a explicarle Rose)
- Ya que es para que puedas regresar
 a tu punto de partida, ósea, con nosotros.

-Bien, ya entendí, entonces significa que con el mismo botón me puedo ir.

-Exacto
 –(prosiguió Rose)
- Pero como no conocemos los alrededores te llevara al lugar más cercano de donde nos encontramos,
 ¡ah!, lo olvidaba, por nada del mundo mantengas presionado el botón por más de diez segundos, porque si no...
 –(en ese momento Rose se detuvo al ver que Sedric ya estaba presionando el botón rojo)
- Ammm…Sedric…
 ¿Hace cuánto que oprimiste el botón?

-No lo sé, desde que comenzaste a hablar… 
Hace más de diez segundos, quizás. . Je!.

-Bueno ya no importa, suéltalo Sedric
–(le dijo Rose con resignación.)
-Pero… ¿Me pasará algo malo?

-Pues, que yo sepa no, pero tal vez te mande a alguna parte del mundo o algún lugar muy lejano de aquí.

-Ya que, veamos a dónde caigo. 
Deséenme suerte
 –(añadió Sedri con optimismo.)

-Suerte hermano.

-Si te mueres, yo cuidaré de Eliz
–(le dijo Hayato en tono de burla.)

-Jaja, gracias por los ánimos Hayato.

Y ante estas últimas palabras Sedric soltó el botón y desapareció en frente de todos.

-Cosas de brujas, me da miedo solo pensarlo
–(agrego Hayato.)

-Más miedo te dará lo que te haré si no te apuras
 –(Rose volteaba en dirección a Eliz)
- Y no te preocupes por tu hermano, confía en que estará bien así que continuemos.

-Está bien
 –(acento Eliz.)

[…..]

Luna por su lado se encontraba caminando 
a lo largo de la calle de la capital cercana al gran castillo.
 Observaba todo a su paso, cuando de pronto, se detuvo al ver que un sirviente de su padre
 se encontraba parado frente a un puesto.
 Él volteó en dirección a Luna por impulso y ella salió corriendo del sitio donde estaba para esconderse de él.

-¡Heeeyy!

El sirviente corrió tras de ella para poder alcanzarla.

-Maldición, me está alcanzando
 –(pensó Luna)
- Zaico, ayúdame.

El zorro apareció atrás de unas cajas que estaban apiladas y cuando Luna pasó por ahí, 
empujó las cajas para bloquearte el paso al sirviente y luego desapareció.

El sirviente se detuvo al ver las cajas caer frente a él y cuando miró de nuevo a su alrededor, ya no pudo ver por ningún lado a Luna. 
Se había escondido en un callejón y observaba la situación calmadamente,
 después de unos segundos Luna comenzó a reír por la tensión del momento y caminó por el callejón mientras veía hacia atrás.
 En ese momento Sedric apareció frente a ella en cuclillas con los ojos cerrados 
y por estar mirando hacia atrás, Luna tropezó con él cayendo al suelo.

-Lo siento, fue mi culpa
–(se disculpaba Sedric mientras le tendía la mano para ayudarla)
- ¿Te encuentras bien?

-Sí, eso creo.

Luna le dio su mano y se levantó. Le agradeció a Sedric y él se sonrojo desviando la mirada.

-¿Sucede algo?

-No… No es nada, por cierto mi nombre es Sedric, 
es un gusto conocer a una chica tan linda
 como tú.

-Gracias, el gusto es mío, yo soy Luna.

-Es un lindo nombre
 –(la alagó Sedric.)

-Gracias, eres muy amable, pero no pareces ser de por aquí,
¿Vienes de otra capital?

-Así es, estoy en un viaje y vine a buscar comida, 
pero me temo que no sé en donde me encuentro.

-Estamos en Silent City
–(prosiguió Luna)
- Si necesitas comprar comida yo puedo llevarte a algunas tiendas, 
aunque… 
Tampoco conozco mucho esta capital, así que podemos conocerla juntos.

-Gracias, eso me ayudaría mucho.

Luna y Sedric caminaron y salieron por el otro lado del callejón. 
Mientras recorrían las tiendas Sedric sentía las miradas de las demás personas sobre él.

-Dígame señorita Luna, ammm… Está capital,
 ¿Qué clase de lugar es?

-¿Por qué?,
 ¿Hay algo malo con este lugar?

-Bueno… La gente no se ve muy amigable
–(afirmaba Sedric.)
-Claro que sí, todos han sido muy amables conmigo, son lindos
–(dijo Luna con una risa.)

-¿Lindos?, pero si tienen cara de que quieren matarme.

-Está bien, no tienes que preocuparte, la única forma en que te maten sería si eres un Puro.

-¿Un Puro?, 
¿A qué te refieres?
–(preguntó confundido Sedric.

-Los vampiros Puros son odiados en esta capital ya que aquí viven los “renegados”.
-¡¿”Renegados”?!... Entonces 
¿Éste lugar es parte del gobierno de Blade?

-Eso creo
 –(agregó Luna no muy convencida.)

Sedric se quedó pensativo por unos segundos y luego comenzó de nuevo.

-Necesito tu ayuda, tengo que salir rápido de aquí, ¿Sabes por donde puedo irme?

-Claro, solo tienes que cruzar el Arco Imperial que se encuentra del otro lado de la capital.

-No tengo tiempo para eso, disculpa pero me iré ahora, fue un gusto charlar contigo.

Así que Sedric presionó el botón rojo de su reloj, pero no sucedió nada.
 Cuando volvió a abrir los ojos, pues los había cerrado en el momento que apretó el botón,
 se dio cuenta que se encontraba en el mismo lugar.

-¿Por qué no puedo irme?
 –(se preguntaba Sedric.)

-Tienes un reloj muy extraño
–(indicó Luna)
-  Si funciona con magia no podrás salir de aquí con él, escuche a mi padre decir una vez que el Arco protege a la ciudad de cualquier tipo de magia, así que necesitaras cruzarlo para que funcione.

-No creo llegar al Arco, al menos no con vida
 –(concluyó Sedric.)

-¿Por qué lo dices?

-Espero no equivocarme en decirte esto, pero… Yo… 
Aunque no soy un Puro, pertenezco a la Nobleza.

[…..]

Dentro del gran castillo,
 Blade se encontraba sentado en el sillón principal de la sala leyendo unos documentos
 mientras Vincent estaba recostado en el sillón de alado.
 Posteriormente, uno de sus sirvientes entró a la habitación y se arrodilló.

-Mi Señor, su hija fue vista en Silent City,
 ahora mismo la estamos buscando.

Vincent al escuchar eso abrió sus ojos,
se levantó y le dijo al sirviente:

-No hace falta, yo mismo iré por ella.

Y así, al terminar estas palabras,
 Vincent se marchó inmediatamente de la habitación.

-Mi Señor…
-(comenzó a hablar de nuevo el sirviente.)

-Está bien, dejen que mi hijo se encargue.

-Como ordene.

-De nuevo hace lo que quiere
–(pensó Blade)
- Parece que tendré que castigarla.

[…..]

Luna miró a Sedric un poco sorprendida y luego añadió:

-¡Vaya!, eso sí que es inesperado, pero descuida, 
puedes confiar en mí, yo te ayudare a llegar al Arco, tan solo quédate a mi lado y estarás a salvo.
Ella le sonrió y Sedric se quedó pensando por unos instantes en que aquella chica le recordaba a alguien que ya conocía, pero no recordaba a quien.

-No sé por qué
–(pensó Sedric)
- Pero tengo la sensación de que puedo confiar en ella.

Ambos caminaron hasta que llegaron a un establecimiento de comida, 
entraron a descansar un poco y Luna llamó a uno de los empleados.

-¿Qué se le ofrece Señorita?

-Sólo tráigame una copa
–(Luna se dirigió a Sedric)
- ¿También quieres una?

-No, gracias.

El empleado asintió con la cabeza y luego se marchó.

-¿No bebes sangre?...
¿Acaso no me dijiste que eras un vampiro?
–(le preguntó Luna.)

-Si bebo sangre, es solo que tenemos prohibido beberla de los humanos… 
Es un pacto que tenemos los Nobles con los humanos para vivir en paz.

-¿Por qué?
 –(quizo saber Luna.)

-Porque nosotros no somos tan sanguinarios como creen, tenemos palabra… 
Espero no ofender a los tuyos, pero ustedes son seres traicioneros… 
Por ello no merecen caminar con los nuestros, sin embargo,
 creo que a ti te debo mi vida
–(respondió Sedric con frialdad.)

El empleado regresó con la copa y la dejó en la mesa, después volvió a irse.

 Luna tomo la copa y antes de beberla le dijo a Sedric:

-Se nota que eres todo un Noble, pero no me importa,
 casi siempre estoy encerrada así que no comprendo del todo las diferencias entre
 la “Realeza” y los “Renegados" o cómo los tuyos nos llaman.. Los impuros.

Luna comenzó a beber de la copa mientras Sedric la veía un poco extrañado.

-¿Te encierran?
–(le pregunto Sedric en lo que ella dejaba la copa en la mesa.)

-No me refiero a un encierro de celda o algún tipo de jaula, mi padre es muy dramático y piensa que si salgo todos querrán hacerme daño, 
así que no me deja salir de casa, pero no es algo importante, nada por lo cual preocuparse.

-Yo también vivo un tipo de encierro...

-Ha si.. ¿Cuál?

-Uno interno... Cuando era pequeño, un hechicero encerró todo mi poder en una especie de tatuaje que tengo en la espalda, sólo así los que amo pueden estar a salvo de mi.

-Increíble!!

Luna exclamó esas palabras con asombro, mientras continuaba bebiendo su copa, Sedric de pronto miró la hora y se dio cuenta que estaba anocheciendo.

-Se está haciendo un poco tarde, es mejor que me apure o mis amigos se preocuparan.

-De acuerdo, el Arco ya queda muy cerca de aquí.

Sedric y Luna salieron del establecimiento y se dirigieron al Arco.

 Les faltaba poco para llegar cuando de pronto escucharon una voz a sus espaldas.

-Con que aquí estabas.

Ambos voltearon y Luna se sorprendió al ver que era Vincent.

-Tú, ¿Quién eres y por qué estas con mi hermana? 
–(pregunto molesto Vincent.)

-Tranquilo hermano
–(respondió Luna)
 - Tan solo es un amigo.

-Es un Noble
-(pensó Vincent al observar a Sedric,
 luego camino hasta Luna y la agarró de la muñeca)
- Es hora de irnos.

-Pe… Pero…

-Suéltala
–(intervino Sedric deteniendo a Vincent del brazo)
- Ella no quiere ir contigo.

-¿Cómo te atreves a tocarme?

Vincent molesto, de un solo movimiento golpeo a Sedric en el pecho impulsándolo contra un muro,
 al caer al suelo, Vincent se le acercó para darle otro golpe pero antes de poder hacerlo,
 Sedric fue más rápido y golpeo a Vincent para alejarlo y poder incorporarse.

Una vez de pie, Sedric se dirigió a Vincent con el puño cerrado y él lo esquivo golpeándolo
 en  la cara; cuando iba a darle un segundo golpe, Sedric se quitó pegándole en el estómago 
con su rodilla seguido de un golpe en la espalda que tiro a Vincent al suelo.
 Sedric se apartó un poco y se limpió la sangre que le corría por el labio, 
Vincent por su parte, se levantó despacio con una sonrisa en su rostro.

-Jajaja, hacía tiempo que no tenía una pelea tan emocionante, debo agradecerte por esto…
 Sin embargo, no me voy a contener.

Al terminar estas palabras, Vincent se dirigió rápidamente a Sedric para darle un puñetazo,
 pero este alcanzó a protegerse con sus brazos,
 Vincent se movió rápido y lo pateo a un costado derribándolo.

 Sedric se volvió a levantar y se dirigió rápidamente a Vincent
 intercambiando puños y golpeándose ambos la cara al mismo tiempo, 
en eso, Vincent lo golpeo en el estómago sacándole el aire seguido de otro puñetazo 
que lo hizo retroceder, pero Sedric reacciono rápido y cuando Vincent lo iba a golpear de nuevo,
 le dio un puñetazo en la cara y después, de igual manera, a su estómago.
 En ese momento Vincent, al inclinarse por el impacto, golpeo con dureza el costado de Sedric derribándolo por el dolor.

Una vez que Sedric se encontraba en el suelo,
 Vincent se acercó a él para darle el golpe final. 
Tomó vuelo con su puño y Sedric tan solo cerró los ojos admitiendo su derrota. 
Vincent dejó ir su puño y cuando Sedric volvió a abrir sus ojos pudo ver a Luna parada frente a él deteniendo el ataque de su hermano.

-Detente ahora hermano o jamás te lo perdonaré.

Vincent vio en los ojos de Luna su determinación y preocupación por aquel chico,
 así que apartó su puño.

-Que quedé claro, esto lo hago por ti y no por él, 
así que despídete de tu amiguito.

Vincent le dio la espalda y se apartó un poco de ellos.

Luego Luna se inclinó hacia Sedric.

-Lo siento mucho, de verdad lo siento, no pensé que te ocasionaría tantos problemas.

-Está bien, no es culpa tuya, así que te pido que sigas sonriendo.

-Me tengo que ir, sino mi hermano se enojará de nuevo… 
Espero que regreses bien
 –( Luna se levantó y le sonrió una vez más)
- Entonces… Adiós Sedric.

-No es un adiós
 –(le aclaró Sedric con una sonrisa)
- Es un hasta pronto, señorita Luna.

-Claro.

Luna se dirigió hasta donde se encontraba Vincent esperándola y Sedric miró cómo ambos se marchaban y después de unos segundos se levantó un tanto adolorido, caminó hasta atravesar el Arco y presionó el botón rojo desapareciendo del lugar.

Luna y Vincent por su parte, ya se encontraban en el castillo ante la presencia de Blade.

-Te he dicho muchas veces que afuera es peligroso, de no haber sido por tu hermano esas criaturas te hubieran asesinado y si algo te hubiera pasado, no sé qué haría sin ti…
 Así que tienes prohibido salir de aquí tu sola,
 ¿Entendiste?
–(la reprendió Blade.)

-Sí, padre.

Luna se marchó de la habitación pero parecía estar feliz a pesar de lo que Blade le había dicho. Llegó a la sala donde la estaba esperando Seinen y cuando esta vio a Luna
 le pregunto un poco intrigada:

-¿Le sucede algo Señorita?

-No es nada
–(respondió Luna feliz)
-Tan solo…
 Hoy fue un día muy especial
 para mi…





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